¿Ahora qué?
¡Lo lograste! 21 días de ayuno y oración, completados. En el caso de Daniel, su respuesta a su oración llegó después de 21 días de ayuno y oración. (Lee la historia en Daniel 10:1-13).
Las respuestas no siempre llegan cuando nosotros creemos que deben llegar. Pero una cosa de que puedes estar seguro es que…
“Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo”. Daniel 10:12 (NTV)
Durante este tiempo dedicado a buscar la presencia de Dios de manera más profunda hemos orado que hayas experimentado avances en tu relación con Dios, una mayor entrega a su propósito y más llenura de su Espiritu.
Hoy, al concluir este tiempo especial, celebramos todos juntos lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Es posible que no te sientas diferente o que tu relación con Dios no ha profundizado mucho. Pero el hecho que no sientas algo, no significa que no haya sucedido. Recuerda que vivimos por fe. Esto significa una confianza inmovible en las promesas de Dios.
“Así que siempre vivimos en plena confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo no estamos en el hogar celestial con el Señor. Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos”. 2 Corintios 5:6-7 (NTV)
Y se puede decir tampoco vivimos por lo que sentimos. El hombre más sabio, el Rey Salomon escribió lo siguiente:
“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar”. Proverbios 3:5-6
Entonces hoy, celebramos con fe y damos gracias a Dios mientras entregamos este ayuno. Y nos aferramos a sus promesas, sabiendo que:
“… los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán”. Isaías 40:31 (NTV)
“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”. Filipenses 1:6 (NTV)
¿Qué puedo hacer hoy?
-
Ven a la iglesia con un corazón agradecido con Dios y entrega tu ayuno con fe y gozo.
-
Cuéntale a alguien lo que Dios ha hecho en tu vida durante este ayuno.
-
Sigue practicando lo que has aprendido durante estos 21 días.